Mark Buckingham y Mikel Janín: así son los dibujantes europeos que manejan a los superhéroes yanquis
- Carmen Torres
- 13 dic 2016
- 2 Min. de lectura

La reciente edición de Salón Internacional del Tebeo de Madrid, Expocómic cerró anunciando que para 2017, año de su vigésima edición, pasará a denominarse Héroes Cómic Con Madrid (aún no está claro si el nombre tendrá tildes o no). Los superhéroes, el merchandising y las adaptaciones a otros medios como el cine o los videojuegos prometen ocupar un lugar más destacado del que ya de por sí gozaban. Pero pase lo que pase, quienes sí seguirán siendo piedras angulares de toda convención que se precie serán los artistas invitados. Este año, entre el variado elenco de artistas, dos lo hicieron en representación de la editorial ECC Cómics, Mark Buckingham y Mikel Janín. El primero, un dibujante consolidado en el mercado norteamericano, donde llegó en la "segunda ola" de autores británicos que abrazaron el sello DC y apuntalaron su prestigiosa línea Vértigo. El segundo, un arquitecto que nunca dejó de lado su pasión por el dibujo y que en poco tiempo se ha convertido en una estrella de la industria, teniendo en sus manos el futuro gráfico de Batman. Entre los dos, consiguen narrar una historia muy reveladora sobre los últimos 30 años sobre el comic-book norteamericano.
Buckingham se siente como en casa durante cada visita a la capital. "Mi mujer es española. Se siente como en casa. Tengo muchos amigos en España y Madrid es una ciudad que disfruto visitándola", explica mientras abre una Fanta de limón y unos Filipinos de chocolate blanco. El dibujante nacido en Clevedon es un gran conocedor del mercado español y se considera amigo de Víctor Santos, Pasqual Ferry o Carlos Pacheco, autores de los que se confiesa seguidor de cada una de sus obras, haciendo lo propio con las de Paco Roca o David Rubín. "No me gustaría dejarme ningún autor fuera porque son todos fantásticos. Me siento muy afortunado de conocer a muchos miembros de la comunidad de autores españoles y considero que me han hecho un hueco en su familia". No por nada, el historiestista británico cree que la gran presencia de autores patrios en el mercado estadounidense tiene ciertos paralelismo con el masivo desembarco británico que tuvo lugar en los años 80.
"Hace ya bastantes años, un grupo de artistas con mucho talento se introdujo en la industria norteamericana al mismo tiempo. En mi caso fue alrededor de 1986 o 1987. Conformamos una nueva ola de artistas, algunos ya fogueados en Marvel UK, que seguimos a pioneros como Alan Moore, Brian Bolland o Dave Gibbons. Autores que tuvieron una gran influencia en mi generación. Cuando descubrimos sus cómics disfrutamos de esa loca combinación del arte de ese grupo de autores y la propia tradición del comic-book norteamericano. Ambos elementos juntos crearon un nuevo estilo. Y eso me ayudó mucho a mi y a mi trabajo, porque cuando DC volvió a gran Bretaña después del éxito de autores como Moore o Alan Davis, de series La Cosa del Pantano o Camelot 3000, ahí estábamos nosotros", recuerda entre risas. A partir de entonces, su nombre figuraría en los créditos junto a los de autores de la talla de Neil Gaiman, Dave MacKean, Sean Philips, Duncan Fegredo, Peter Milligan, Jamie Delano...
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