Los álbumes infantiles que sobrevivieron al Holocausto
- Marta Pedrote
- 4 ene 2017
- 2 Min. de lectura

A diferencia de parte de sus jovencísimos autores asesinados, los álbumes infantiles sobrevivieron al Holocausto constituyendo un emotivo testimonio. Señales de la tormenta nazi, deseos rotos, letras esperanzadoras y dibujos inocentes que expresan momentos de alegría, miedo y tristeza en un intento de rutina en la época salvajemente menos rutinaria marcada por guetos, trenes de la muerte, campos de exterminio, cámaras de gas y fosas comunes.
Varias décadas después, una muestra online en español del Museo del Holocausto de Yad Vashem exhibe álbumes infantiles y diarios personales recuperados en un homenaje visual y virtual al millón y medio de niños judíos asesinados por la maquinaria nazi.
'No me olvides' es el nombre de esta emotiva ventana que tiene como prólogo un extracto del libro 'El comprador de aniversarios' escrito por el español Adolfo García Ortega.
Uno de los ocho álbumes recogidos por el centro de Jerusalén- creado para recordar a los seis millones de judíos exterminados en la Shoá- es de Natan Rom que nació en 1929 como Norbert Kurzmann en el seno de una familia polaca burguesa judía de Katowice.
Tras una larga odisea huyendo de las garras nazis y de los centros de detención de la Siberia soviética, Rom integró el llamado grupo 'Los Niños de Teherán' llegando en marzo de 1943 a la ciudad costera de Atlit. "En total, recorrimos unos 50.000 km", comenta.
El anciano israelí vive en la ciudad de Natania, no muy lejos del lugar donde llegó por primera vez hace 74 años. En conversación con EL MUNDO, Rom recuerda su largo viaje por tierra y mar y algo que entonces quizá no dio tanta importancia: las dedicatorias escritas durante la odisea. Para este superviviente de golpes, disparos, hambre, maltratos y trabajos forzados, esas palabras son un tesoro. Primero, personal y después colectivo tras donarlo al Museo del Holocausto.
A sus 87 años, ¿conmemorar el Día Internacional en Recuerdo a las Víctimas de la Shoá es una victoria? "Nada de victoria. Casi toda mi familia se fue....", responde sin dudarlo y con mucho dolor.
Su madre Ethel, su hermana mayor Szuzana-Ziva y el hermano pequeño, Stefan-Uzi y él sobrevivieron. Su padre, Karol, alejado de su familia por la persecución nazi y la Segunda Guerra Mundial, murió de hambre en Samarcanda.
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